lunes, 25 de abril de 2016

PERDÓN POR LLORAR

“Los/as niños/as mayores no lloran”, “No llores que estas feo/a”, “Los hombres no lloran”, “No es nada, no llores por eso”, “No te enfades”, "Si tampoco es para tanto", “Big girls don’t cry”, “El que sonríe en lugar de enfurecerse es siempre el más fuerte” (Proverbio chino)…


Escuchando las frases anteriores, parece que al final tengamos que pedir perdón por sentir, porque mostrarse tal y como nos sentimos será sinónimo de inferioridad. ¿Tú que opinas?

Me da la sensación de que en nuestra sociedad acciones como llorar o enfadarse están mal vistas. Son clasificadas como “negativas”, pero lo que no sabemos es que privarnos de ellas es privar una parte de nosotros.

Sentir la necesidad de expresar las emociones y no hacerlo, es poner el freno a un coche que va a 200 por hora, y esto tiene sus consecuencias... explotar como una olla a presión. No solo ocurre con la tristeza o la ira, en ocasiones, ocurre incluso con la alegría. Hay personas que llegan a pensar que “no se merecen estar bien”, y cualquier atisbo de alegría lo ocultan, por el miedo a ilusionarse… Y esto, como no, provoca un gran malestar interno.

A consulta llegan muchas personas que les avergüenza llorar delante de los demás por miedo a mostrarse débiles o incluso para que las otras personas no se preocupen. Pero lo que no saben es que aguantarse no es sinónimo de fuerza. Somos humanos, y el llanto es una forma de liberación.

Que nadie te convenza de que llorar y/o enfadarse no sirven de nada. Ya que son parte de un proceso, que bien puede ser un duelo, un conflicto interno o externo no resuelto, una situación delicada, o simplemente, tan sencillo como que nos han o nos hemos hecho daño.

Las personas somos emociones y es importante expresar para poder pasar ese proceso de forma sana. La escritora Concepción Arenal (1820) ya decía que “el llanto es a veces el modo de expresar las cosas que no se pueden decir con palabras”. Porque cuando no te permites soltar, es cuando ese sentimiento se puede transformar en tu peor enemigo: una emoción tóxica.

Parece que se cree que los psicólogos pretendamos que las personas vivan en un mundo “Happy Flower” con frases motivantes, expresando solo las emociones positivas, todos sonriendo, contentos y corazoncitos que salen de los ojos (“Positivismo: ¿Don’t worry be happy?”)… Pero no, somos realistas, y sabemos que las personas que buscan terapia lo que quieren es sentirse escuchados, entendidos y acompañados en su proceso, y no quieren oír las frases del principio que, tal vez, han estado escuchando toda su vida.

No podemos evitar sentir lo que sentimos cuando algo nos sucede, así que no te "obligues" a sentirte bien machacándote con frases como "debería estar bien" o "no tendría que quejarme". No hay que auto-engañarse de lo que uno siente. Aunque pintemos la mierda de rosa, mierda va a ser. No hay que disfrazarlo. La aceptación de una enfermedad, un conflicto sin resolver, la pérdida de algo o de alguien… Son procesos que no hay que ocultar ni disfrazar con sonrisas, sino que hay que aprender poco a poco a aceptar, y esto requiere de tiempo. 

¡Tenemos nuestro derecho a expresar los sentimientos! No nos transformemos en robots que ni sienten ni padecen.

De modo que, hoy grito a los cuatro vientos: ¡No pidas perdón por llorar! Llora, llora porque te da la gana, llora porque sientes y estás vivo/a. Siente como nunca y no te escondas. No te dejes llevar por los sentimientos, simplemente siente, que estás en tu derecho y puedes. 


Sabes que puedes seguirme en redes sociales: Twitter @psicologaribes y Facebook: "Psicóloga Raquel Ribes", o en Google + y estarás al corriente de todas las publicaciones y mucho más. Siempre es bienvenida tu opinión abajo en comentarios :)

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Copyright © 2014 Los engranajes de la Psicología

Distributed By Blogger Templates | Designed By Darmowe dodatki na blogi