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viernes, 25 de septiembre de 2015

DIME CÓMO ES TU MIEDO Y TE DIRÉ SI ES UNA FOBIA

En este artículo podrás diferenciar de forma sencilla si tu miedo es “normal” o por lo contrario supone un problema de ansiedad mayor como el pánico o la fobia. ¿Te animas a continuar leyendo? Piensa en uno de tus miedos…


Podemos tener miedo a muchas cosas. A las alturas, a ciertos animales, a algunos objetos, a ciertas situaciones o personas, etc.

Decimos coloquialmente que tenemos "miedo" cuando sentimos que nos estamos poniendo en peligro con algo que no nos gusta, esa sensación en el estómago como si de repente se encogiera y te da “cosilla”, prefieres evitarlo, aunque si sucediera te pondrías muy nervios@ pero no sentirías que “la situación te supera”.

Cuando hablamos de pánico, fobia u otro trastorno de ansiedad, el miedo es mucho más intenso, de echo hace mella en tu vida y te incapacita ante ciertas situaciones. Además, es un miedo irracional, es decir, en ocasiones sólo con pensarlo, puedes tener casi los mismos síntomas, te puede hacer huir, gritar muy fuerte, sudar, paralizarte, desmayarte, sentir una gran presión en el pecho, taquicardia, etc.  Además, un aspecto muy característico es la excesiva preocupación.

¿Cómo aprendemos a tener miedo?

Los miedos son aprendidos en base a nuestra experiencia (cuando nos ha sucedido algo), por observación (cuando vemos que a alguien le ha pasado) o por historias (cuando nos lo han contado). 

Lo verás mucho más claro con estos ejemplos:
  •  Diana desde que tuvo un accidente de coche, cada vez que sube a uno se pone muy nerviosa, ese nervio no le hace salir corriendo o hiperventilar, pero le hace estar más alerta”. (miedo aprendido por experiencia).
  • Cuando Álex iba por la montaña con sus amigos, a uno de ellos le picó una serpiente. Ahora cada vez que Álex va por el campo o la montaña va muy alerta y se asusta cuando oye un ruido por miedo a que pueda ser una serpiente, pero eso no le impide ir allí”. (miedo aprendido por ver que a alguien le ha pasado - aprendizaje vicario).
  •  “Fátima oyó como su amiga contaba su angustiante experiencia al quedarse dentro de un ascensor que se paró. Ahora cada vez que Fátima tiene que coger un ascensor, se pone nerviosa y algunos días prefiere subir por las escaleras, pero no tiene inconveniente en subir a uno”. (miedo aprendido por escuchar la historia de alguien).
Entonces, ¿cómo se si es miedo o es fobia? En el siguiente cuadro se resume:

MIEDO
FOBIA O TRASTORNO DE ANSIEDAD
Racional
Irracional
Preocupación temporal
Excesiva preocupación
Susto
Terror
Nerviosismo, inquietud, palpitaciones...
Hiperventilación, mareo, desmayo, taquicardia…
Soportable.
Intenso insoportable (necesidad de huida).

De esta forma, podemos decir que mientras que el miedo nos ayuda a sobrevivir, la fobia nos impide vivir.

"¿Pero, si tengo fobia, pánico u otro trastorno de ansiedad tendría que acudir a terapia psicológica?" En el caso de que el malestar ante esa situación, objeto o persona es frecuente y por ello te impide realizar tu vida con normalidad, sí que es recomendable acudir a un psicólogo.

Basándome en los ejemplos anteriores, pongamos que el miedo de Diana a subir en coche termina en fobia, y ella todos los días tiene que desplazarse en coche para ir a trabajar, pero, con tal de no subirse, deja de ir a trabajar y quedar con las amigas. Este sería un caso que sí sería necesaria la terapia. En cambio, en el caso de Álex si él llega a tener fobia a las serpientes, pero sólo acude al campo algunos veranos y la probabilidad de serpientes es baja, a Álex su fobia no le está entorpeciendo su vida y, por tanto, no sería necesitaría una terapia. A no ser que Álex quisiese irse de viaje a un sitio donde, hay bastante probabilidad de encontrarse con serpientes, entonces se podría trabajar en su fobia para que pudiese llegar a controlar su ansiedad y así poder disfrutar de ese viaje.


¿Te acuerdas del miedo que pensaste al principio? ¿Entonces crees que es fobia o miedo?


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lunes, 20 de abril de 2015

NIÑOS CON ANSIEDAD: Señales y actuación

Cuando aparece ansiedad durante la infancia o adolescencia es un claro signo de que algo en el niño o la niña le está perturbando emocionalmente. Los padres o tutores, son el pilar fundamental de los niños durante su crecimiento, son las personas que tienen como referencia para aprender formas de reaccionar y enfrentarse al mundo.


Si los padres del niño o niña son ansiosos, esa ansiedad pueden transmitirla al niño con ciertas frases como: “no te subas ahí que te harás daño”, “hoy no saldremos de casa que hace mal tiempo y nos puede caer un rayo”, “dámelo, que tú no vas a poder”, “con el viento que hace si nos cae algo en la cabeza…”, y créeme, esas frases pueden afectarle hasta en la vida adulta.

Está claro que proteger a los hijos es algo esencial, no se quiere que les pase nada, pero, es importante que experimenten también por su cuenta, que investiguen, se caigan, que vean que no hay que vivir con miedo. Es por ello que la sobreprotección hacia los hijos favorece la aparición de ansiedad. Al igual que otras actitudes como el conformismo, la impaciencia o la excesiva perfección, promueven que el niño en futuras situaciones no se vea capaz de afrontar las dificultades por si mismo.

¿Qué señales podrían indicar que el/la niño/a sufre ansiedad?
  • Temor a encontrarse solo (no quiere ir al colegio o a dormir a la cama).
  • Llora con frecuencia o se encuentra triste.
  • Se muerde las uñas, le sudan las manos o mueve las piernas y manos.
  • Le suele doler el estómago o la cabeza.
  • Se encuentra irritable o tiene rabietas.
  • Tiene dificultades para concentrarse
  • Es muy perfeccionista en sus tareas y se preocupa en exceso.
  • Se asusta con facilidad.
  • Duda mucho, es muy indeciso.
  • Le causa mucha vergüenza o especial reparo relacionarse con los demás.
  • Se levanta con sobresalto y tiene muchas pesadillas.
  • Necesita ir acompañado a cualquier sitio.
  • Renuncia a realizar actividades que le gustaban.

¿Cómo actuar ante la sospecha de ansiedad en el menor?

Es importante contactar cuanto antes con un profesional de la psicología que posea conocimientos acerca del tratamiento de la ansiedad, para que pueda trabajar tanto con los padres como con el niño en pautas y estrategias para afrontar su malestar.

En el caso de los padres, las estrategias se enfocarán a la hora de indicar qué frases y actitudes favorecen una mejor respuesta del niño en el entorno. Además, lo importante es que los padres sepan proporcionarle al niño varias opciones de respuesta para que pueda aprender de sus errores y de sus acciones. En el niño, el trabajo fundamental será en su autoestima, su autoconcepto y sus habilidades sociales. No obstante, éste es un trabajo que no sólo recae en el profesional, sino también dependerá de la colaboración de los más allegados.


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martes, 7 de abril de 2015

¿POR QUÉ A MI?

Desde que somos pequeños intentamos buscar explicación a cada una de las cosas que nos suceden, de hecho, todos pasamos por una etapa llamada “la etapa de los porqués” puesto que estamos en plena “investigación” de nuestro mundo y de lo que ocurre a nuestro alrededor. Queremos saber la causa de todo.


Cuando nos hacemos mayores, esta búsqueda de explicación en algunas personas no termina, y cuando les ocurre una desgracia se preguntan: “¿Qué me pasa, tendré mala suerte?”,“¿Es que soy un desastre?”, “¿Por qué me tiene que pasar esto a mi?” es entonces cuando pensamos que el mundo está en nuestra contra y nos da mucha rabia.

Antes de continuar leyendo ten una cosa clara: tú no eres culpable de cada una de las cosas que ocurren a tu alrededor. Tampoco pienses que pasa por alguna razón o incluso que te lo mereces. Simplemente las cosas pasan y muchas veces son incontrolables, el objetivo es no buscar el POR QUÉ de las cosas, sino el CÓMO hacerles frente. Asimismo, cuando a varias personas les ocurre una misma situación se tiende a pensar: “¿Por qué yo he actuado así y él/ella no?”, “¿Por qué yo me siento así y él/ella no?"...


Todo ello tiene que ver con estos 5 aspectos que hay que tener en cuenta sobre nosotros mismos:
  • La educación: según la educación que hemos recibido durante nuestra vida a través de la escuela, los padres y familiares, aprendemos una forma diferente de ver el mundo y de adquirir conocimientos. Es por ello que la mayoría de las cosas, al igual que nuestra forma de actuar, las adquirimos por aprendizaje y por experiencia.
  • La personalidad: cada persona forja su personalidad y con ella una actitud frente a las situaciones. Por ejemplo: una persona tímida atenderá de forma diferente aquello que pasa a diferencia de una persona extrovertida, no es que una personalidad sea mejor que otra, son diferentes formas de proceder frente a una misma cosa.
  • La interpretación de las cosas: la interpretación de lo que sucede a nuestro alrededor tiene mucho que ver con cómo nos lo tomamos y cómo reaccionamos a ello. Es por ello que, cuando algo lo interpretamos como amenazante o negativo vamos a reaccionar de diferente forma que si de algo positivo se tratase.
  • Las creencias, valores e ideas preconcebidas: cuando nosotros tenemos forjadas unas creencias, unos valores y unas ideas, éstas conforman nuestra forma de ver el mundo, aquello que es justo y lo que no, aquello que tendríamos que hacer y lo que no, lo bueno y lo malo, lo que es correcto y lo que no, etc.
  • La atribución de un hecho: todas las cosas que nos suceden las atribuimos en interno o externo y en controlables o incontrolables, y en función de ello nos afecta de una forma u otra. Aquellas cosas que atribuimos de forma interna son aquellas que son de nuestra responsabilidad, a diferencia de las externas. Y aquellas que consideramos incontrolables son las que no podemos predecir que sucedan, a diferencia de las controlables. Por ejemplo: no es lo mismo decir: “el profe me ha suspendido matemáticas” que “he suspendido matemáticas”. Es decir, todo tiene que ver en si somos capaces de ver cuando somos responsables de ello y cuando no.
Cuando todo parece salir mal, pensamos que el mundo está "compinchado" para hacernos la "puñeta", pero no hay un complot, ni hay mala suerte, todo es cuestión de pensamiento y actitud. En terapia psicológica se suelen trabajar este tipo de pensamientos para que las personas dejen de ver ese acontecimiento como un muro, y empiecen a verlo como un puente al que tienen que hacer frente y atravesar.

Es por ello que, cuando una persona intenta siempre buscar el “porqué” ha pasado algo, puede dejar de hacer cosas por "miedo a" y llevarla a una gran desesperación que a largo plazo puede derivar en depresión. Por muy extraordinario que parezca, no existe un por qué concreto para cada una de las cosas que nos suceden, hay que verlo como un conjunto de acontecimientos y circunstancias.


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sábado, 28 de marzo de 2015

"NO PUEDO VIVIR SIN ÉL/ELLA": La dependencia emocional

La dependencia afectiva o emocional es más común de lo que se cree. Muchas veces es confundida con un encaprichamiento, obsesión o un tremendo enamoramiento, pero va mucho más allá, puesto que esa necesidad de estar con la persona se vuelve obsesiva. Muchos de los aspectos de la vida de la persona se ven afectados, sobre todo las relaciones.



Saber las características de éste tipo de dependencia es importante para identificar que tenemos un problema. Éstas son:
  • Baja autoestima: la persona se siente inferior, no confía en sí misma, tiene mayor inseguridad, se siente incapaz de realizar cosas por sí misma, se compara excesivamente con otras personas (la propia pareja, hermanos, amigos, compañeros de trabajo, etc.).
  • Prioridad de esa persona sobre cualquier otra cosa: dejar de frecuentar sus amistades, familiares y otros contactos por estar con él/ella. El dependiente emocional es capaz de cancelar planes reiteradamente con otras personas u otros compromisos para poder quedar con esa persona.
  • Necesidad de control: “ha visto mi mensaje y no me ha contestado”, “está en línea y no me dice nada”, “no me ha llamado y me dijo que lo haría”, “me dijo que estaría en casa y no está”… La persona es intolerante a la incertidumbre, es decir, necesita saber en todo momento lo que está sucediendo, qué está haciendo esa persona, con quien se encuentra y en qué lugar. La necesidad de comprobación y la desconfianza puede ser tan alta que incluso pueden llegar a espiar a la persona.
  • Tendencia a la exclusividad en las relaciones: necesita que esa persona sólo esté con él/ella, le molesta que acuda con amigos/as u otras personas y siente celos si no recibe toda la atención que desea.
  • Idealización del compañero: la persona tiende a ver a su pareja como más inteligente, más fuerte, más culta, con más experiencia en la vida que uno/a mismo/a.
  • Sumisión: intenta satisfacer a la pareja en todo lo que puede para agradarle/la y no dice lo que se piensa en ese momento por miedo a que al otro no le guste.
  • Miedo ante el abandono o el rechazo de la pareja: son incapaces de romper una relación. Tienen pensamientos continuados de miedo al abandono y no conciben la vida sin alguien a su lado. “No puedo vivir sin él/ella”, “me muero si me deja”, “él/ella es toda mi vida”.
  • Incapacidad de tomar decisiones y búsqueda de aprobación de los demás: excesiva tendencia a pedir consejos a los demás a la hora de tomar decisiones. Siente la necesidad de quedar bien con los demás, aunque se sienta mal, buscando su aprobación. Es por ello que, la persona fantasea en qué pueden estar pensando los demás de ella.
  • Dificultades para de decir “NO”: La persona es incapaz de negarse ante la petición de su pareja. Es por ello que en ocasiones se ve en la obligación de realizar quehaceres, acudir a sitios o aguantar situaciones que realmente no deseaba. (Descubre cómo decir "no" pinchando AQUÍ)
  • Demostración de amor: la persona siente la continua necesidad de que el otro le demuestre su amor, a través de palabras o gestos.
  • Reiteradas rupturas y reconciliaciones: la persona es capaz, en un periodo corto de tiempo, de ilusionarse y establecer nuevas relaciones de pareja después de una ruptura.
  • Sufrimiento: no le gusta la forma de comportarse de esa persona con él/ella y sufre ante esa incomodidad, pero aun así no deja de luchar por la relación.
Aunque lo más común es que la dependencia emocional sea hacia la pareja, puede darse también hacia otra persona amada como un amigo o un familiar.  Cuando entre la relación de ambos/as existe una dependencia efectiva, la relación puede volverse tóxica, y puede influenciar en el bienestar de ambos.


La persona con dependencia emocional necesita ayuda profesional para equilibrar su bienestar emocional y coger las riendas de su vida, aumentando la autoestima y con ello la seguridad en sí misma, dejando de ser una persona completamente pasiva ante los demás. Hoy en día, las nuevas tecnologías tienen la opción de poseer "chat" y otras aplicaciones que, por desgracia, permiten un mayor control entre las personas, es por ello que durante el tiempo en el que las personas se encuentran en fase de “independizarse” afectivamente, el tener al alcance este tipo de aplicaciones es recomendable que sea menor o incluso nulo. Rompe con esas cadenas invisibles, deja de ir detrás de esa persona y depender de su cariño o amor para sentirte bien, quiérete.

Artículos recomendados:
Libro recomendado a mujeres: "Mujeres malqueridas" de Mariela Michelena.

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jueves, 19 de febrero de 2015

LUCHAR POR UN SUEÑO

“Mis padres no me apoyan”, “Mis amigos piensan que es una tontería”, “La gente que conozco dice que no saldrá bien”, “Mis compañeros dicen que es una locura” Entonces… ¿Cómo puede funcionar mi plan si nadie me apoya?.


Todos tenemos sueños. Pero muchos de ellos no son compartidos por las personas que nos rodean. Cuando tenemos una ilusión, una idea, algo que nos entusiasma y que nos gustaría hacer realidad, buscamos el apoyo de las personas que nos importan, pero en ocasiones no lo encontramos. Si nadie cree en nosotros... ¿Qué podemos hacer?


No dependas de la opinión de los demás: nos importa la opinión de los demás mucho más de lo que creemos, pero no podemos depender de ella a cada paso que damos. Tenemos que saber decidir por nosotros mismos, ser valientes y buscar alternativas realistas. Por que el sueño es tuyo, no de los otros.

No empieces la casa por el tejado: empieza por dar pequeños pero grandes pasos. ¿Quieres ser fotógrafo? Empieza por hacer sencillas y artísticas fotos de paisajes que te rodean y ponlas en las redes sociales ¿Quieres ser dibujante? empieza por pequeños bocetos y ponlos en páginas web artísticas ¿Quieres ser actor o tal vez cantante? puedes subir algún corto, sketch o covers y compártirlos en Youtube.

 Grandes empresarios empezaron desde abajo, como por ejemplo:
  • J.K. Rowling (la escritora de la saga Harry Potter) El libro fue enviado a doce editoriales, las cuales rechazaron el manuscrito.
  • Steve Jobs (el creador de Apple) empezó en el garaje de sus padres a diseñar los primeros prototipos de sus ordenadores. Así como Larry Page y Sergey Brin, quienes también en un garaje, en este caso alquilado, fundaron Google.
  • Quentin Tarantino (productor de cine) empezó como acomodador en los cines.

Miedo al fracaso: No tengas miedo al fracaso, si no se consigue al menos lo has intentado. Muchas veces empieza como un sueño, y en sueño se queda, en otras ocasiones, se cumple. Pero hay oportunidades que se presentan y es posible que no vuelvan. No te quedes con el gusanillo de saber qué habría pasado si lo hubieses intentado. A veces incluso en el transcurso se descubren cosas de las que aprendemos (Ver “aprender de los errores”)

Actitud: La actitud ante la vida es muy importante. La constancia, el esfuerzo, la perseverancia, la motivación y la ilusión es fundamental para seguir persiguiendo tu sueño. (visita el post ¿quieres automotivarte?) Una actitud positiva y abierta hacia las cosas, hacia las situaciones, hacia las personas, te permitirá ver las buenas oportunidades.


Planifica: piénsalo bien y tómate tu tiempo a la hora de tomar decisiones. Soñar es gratis, pero las acciones para conseguir ese sueño en ocasiones implican un coste económico. Conoce y establece tus límites dentro de tus posibilidades.

Visualiza: coge una hoja y haz una línea horizontal en forma de flecha, ésa será tu línea del tiempo. Ahora haz pequeñas marcas, cada marca es un paso que has dado en tu proyecto. Pon en cada marca con una palabra o frase lo que realizaste para el proyecto, (por ejemplo: consigo hacer las primeras líneas del boceto, o “escribo el primer capítulo”). Después, pon el punto en el que te encuentras ahora y más adelante los próximos pasos que quieras dar. Sé realista, tal y como hablamos en “La cajita de los deseos” y mantén cerca esa hoja, te permitirá visualizar cada avance.

No te rindas: Demuestra que tú puedes. Todos tenemos nuestro momento de bajón. Leer este post en esos momentos en los que te encuentres perdido, sin saber qué rumbo escoger, si seguir o abandonar, hace que tomes conciencia de dónde te encuentras y a dónde quieres llegar. Lo importante es no desistir porque si algo te apasiona, lucha por ello, porque no sabes hasta dónde puedes llegar si tu mismo te pones las barreras.

Película recomendada: "En busca de la felicidad".
Vídeo para reflexionar: (AQUÍ)

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jueves, 15 de enero de 2015

"TENGO UN NUDO EN LA GARGANTA"


Seguro que alguna vez habéis sentido un nudo en la garganta muy molesto que os impide tragar con normalidad. Este “nudo”, también llamado bolo histérico, supone una de las somatizaciones más frecuentes de nuestro estado de ánimo. En nuestro día a día sufrimos por situaciones, tenemos conflictos y nos preocupamos por aspectos a los que no encontramos solución, este tipo de preocupaciones se derivan en somatización, es decir, el cuerpo expresa de forma orgánica ese malestar. Al igual que el nudo en la garganta, otras de las somatizaciones más frecuentes suelen ser: el dolor de cabeza, el nudo en el estómago y dolor de barriga.

Este tipo de dolencias, al ser físicas, no se suele pensar en que su origen puede también ser psíquico, de modo que tenemos la mala costumbre de recurrir a lo físico como: “me habrá sentado mal la comida”, “igual tengo un virus”, “tendré acidez por haber comido demasiado”, etc. Y como tal, tendemos a solucionarlo con una pastilla o con algún remedio, y aunque se nos pase el “efecto” físico, lo emocional no ha sido resuelto dentro de nosotros.


¿Qué ha podido causar ésta molestia?

Conocer las causas que pueden provocar este tipo de molestias pueden ayudarte a comprender mejor su manifestación. En este caso te lo puedo resumir con una palabra: ansiedad. Aunque no hayas estado expuesto a ese problema, puedes haber visualizado la situación o haber tenido pensamientos negativos y angustiantes. Esto crea una ansiedad anticipada, que es una de las mayores causas de este tipo de somatizaciones.

¿Cómo puedo evitarlo?
  • Céntrate en el presente: ésta es la principal arma contra la ansiedad anticipada, y es que adelantarse a lo que puede venir nos supone una angustia que podemos evitar centrándonos más en el aquí y ahora (ver post "nuestro piloto automático")
  • Enfréntate a tus miedos: Toma conciencia de tus miedos y desarrolla nuevas estrategias para luchar contra ellos, que éstos no puedan contigo, ¡tú tienes el control! ;)
  • Saca tus emociones: en ocasiones nos callamos por no entrar en conflicto, nos reprimimos por no llorar, nos aguantamos la risa, nos enfadamos y no lo expresamos, etc. todas estas limitaciones que ponemos en nuestras emociones se acumulan dentro de nosotros. Encuentra tu momento y grita tan fuerte como quieras, llora, rie, baila, dale fuerte a una almohada y descarga toda esa energía acumulada. Dile a esa persona todo aquello que te gustaría decirle o escríbelo en una carta y quémala para siempre, el objetivo es que salga de tí.
  • Tomate un respiro: en nuestra sociedad solemos experimentar estrés de forma habitual (ver post "el estrés un triturador"), es por ello que, darse un tiempo para uno mismo y relajar el cuerpo aliviando tensiones innecesarias nos ayuda a recuperar esa salud que tenemos abandonada.

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domingo, 7 de diciembre de 2014

SIN MIEDO A LA OSCURIDAD

Durante la infancia, el miedo a la oscuridad es algo común, puesto que aún desconocemos qué cosas son reales y que cosas con ficticias. Es una época de mucha fantasía e imaginación. Al igual que creemos en los reyes magos, las hadas, los duendes o el ratoncito Pérez, también creemos en los monstruos, el hombre del saco, las brujas o los fantasmas.


Tener miedo es totalmente natural, tengas la edad que tengas. Hay que sentir miedo, porque si no, ¿cómo sería una vida sin miedo? Nos arriesgaríamos demasiado, pondríamos en peligro nuestra vida sin tener cuidado… y es que el miedo nos ayuda a sobrevivir.


Cuando sentimos miedo se acelera el corazón, se nos tensan los brazos y piernas, se nos abren los ojos de par en par, las pupilas se dilatan, sentimos escalofríos, etc. Estos “síntomas” son las órdenes del cerebro a nuestro cuerpo preparándolo para una posible huida o lucha cuando éste ha avistado un peligro o una amenaza.

Sabemos que hay que temer a la oscuridad. Aprendimos de las historias que nos han contado, viendo a los demás como huyen o por la propia experiencia. Sabemos que la oscuridad hace menos visibles las cosas y que, cualquier sombra, puede ser un juego libre de interpretaciones. 

Hoy en día, hasta de adultos nos asustamos por cualquier ruido, y es que, temer a la oscuridad no es solo cosa de niños. ¿Alguna vez os ha pasado que hay una chaqueta, un perchero, una mochila o cualquier objeto en vuestra habitación que parece que es una persona y tenéis que encender la luz? Seguro que sí. Ésto se llaman ilusiones. Las ilusiones son creadas por nuestra mente debido a la ambigüedad, la poca visión que tenemos del objeto. Si esta incertidumbre es combinada con expectativas negativas y una activación emocional intensa, tenemos la combinación perfecta para que surja el miedo.


En este post os doy unas pautas a tener en cuenta para poder evitar y combatir el miedo a la oscuridad:

  • Evitar cenas pesadas. Cuando las comidas son menos digestivas y pesadas el cuerpo aún se encuentra trabajando en la digestión cuando te vas a dormir, aumentando la probabilidad de aparición de pesadillas, ya que el cuerpo no está completamente relajado y aún se encuentra en tensión.
  • Evitar las películas impactantes. El ver o leer historias que son impactantes durante la noche aumenta la activación tanto en el cuerpo como en la mente. Cuando estamos dormidos, el cerebro hace un repaso de todo lo vivido en ese día, mejor que no encuentre imágenes negativas ¿verdad?
  • Reducir la excitación emocional. Antes de irnos a dormir, una buena forma de bajar la excitación emocional y relajar cuerpo y mente, es darse un baño caliente, con perfumes suaves y/o escuchar música instrumental tranquila. Nada de estimulantes como la cafeína, teína o nicotina.
  • Hacer ejercicio. Realizar ejercicio durante el día, hace que el cuerpo segregue endorfinas que aumentan la sensación de bienestar. No lo realices pocas horas antes de dormir o realizará el efecto contrario. El objetivo es que el cuerpo esté relajado, no cansado.
  • Dejar una luz. Es típico dejar una luz, y aunque no es la solución, sí que se puede usar como aliado para conciliar mejor el sueño. De este modo, aumenta la visibilidad de la habitación y eso proporciona mayor seguridad. El proceso es apagarla cada vez de forma más frecuente hasta conseguir dormir sin ella.
  • Un final de cuento. Antes de ir a dormir piensa en algo bueno, lee algo que te motive o… ¿porque no? Que te haga reír. Irse con una sonrisa a la cama, es una buena arma contra las pesadillas. Recuerda: busca algo bueno para terminar el día.
  • ¿Vaso de leche por la noche?. La leche, lo contrario a lo que dicen, no es muy digestiva. Si tienes por costumbre beber un vaso de leche antes de acostarte y tienes dificultad para dormir, prueba a cambiarlo por una infusión caliente (que no sea té), existen en muchos sabores.
  • Ropa cómoda. Dormir con ropa cómoda también es importante, que no te apriete, y revisa que no tengas ninguna cadena, pulsera o reloj que te pueda molestar o cortar el sueño.

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miércoles, 26 de noviembre de 2014

10 BENEFICIOS DE QUERERSE A UNO MISMO


La autoestima es el afecto o estima hacia uno mismo, y el autoconcepto, es entendido como los conceptos o características que uno se atribuye, es decir cómo nos vemos a nosotros mismos. 

Una buena autoestima y un buen autoconcepto produce beneficios en la persona a corto y largo plazo en todos los ámbitos de su vida. Como puedes ver, no hablo de “alta” autoestima, ni “alto” autoconcepto, puesto que algo que sea considerado como “alto” o mayor que, no implica que sea saludable. Puesto que por quererse a uno mismo, no se pretende definir a un afán de egocentrismo, ni protagonismo, ni de superioridad, ni de chulería. Sino de quererse de forma sana tal cual uno es, con sus defectos y sus virtudes. 

Y es que en la medida en que una persona se valore, podrá darse la oportunidad de demostrar que vale.


Hoy he recopilado 10 beneficios que una persona puede obtener al quererse a si misma:

  • Mayor seguridad. La seguridad en uno mismo es muy importante, ayuda a enfrentarse a situaciones por las que uno necesita defender su postura sin tener que huir ni esquivar. Nos ayuda a enfrentarnos a nuestros miedos.
  • Mayor autonomía e independencia. El quererse a uno mismo hace que las personas se sientan menos predispuestos a depender de la ayuda de los demás a la hora de tomar decisiones. Que no se sientan en la necesidad de depender de la opinión de otras personas para poder decidir.
  • Imagen positiva hacia los demás. Cuando uno se encuentra a gusto consigo mismo proyecta en los demás una imagen positiva, un entorno agradable que permite a los demás poder abrirse a él. De modo que también proporciona una mayor apertura hacia los demás a la hora de establecer relaciones.
  • Tenerse en cuenta y atender a las necesidades que uno mismo quiere satisfacer. El escucharse dentro de sí mismo, lo que uno reamente quiere en su vida, es esencial para poder encaminar tu vida hacia los objetivos que te hacen estar feliz.
  • Tener más confianza. El tener más confianza en uno mismo, ayuda a que la mayoría de preocupaciones banales se desvanezcan, de modo que aumenta la tranquilidad mental y disminuye el estrés y ansiedad innecesarios.
  • Exprimir las capacidades. Cuando uno mismo cree que puede es suficiente para poder arriesgar y probar. Porque todos podemos llegar a ser más de lo que pensamos, y es cuando uno mismo se centra en aquello que se le da bien y lo potencia, cuando puede llegar a desarrollar muchas habilidades que tenía dormidas.
  • Valorar aquello que se hace aunque sea poco. Cuando una persona se infravalora o subestima, aquello que hace poco le parece, sobretodo aquellas personas que llegan a autoexigirse. Aquella que tiene un aprecio sano de sí mismo, valorará aquellos pasos que da, por muy lento que vaya o por muy poco que haga.
  • Ver el error  como una forma de aprendizaje. Cuando confiamos en que aquello qué hacemos lo podemos hacer mejor, cada uno de los errores no se consideran como consecuencia a una falta de valía sino a una falta de aprendizaje. (Ver post sobre cometer errores)
  • Mayor predominancia de pensamientos positivos. Cuando una persona se siente bien consigo misma, hay más probabilidad de que en su mente predominen pensamientos positivos. Estos pensamientos son los que muchas veces determinan el que una misma cosa sea percibida como algo negativo y que nos puede hacer daño, o que sea percibido como indiferente o positivo.
  • Mayor apertura a la experiencia. El tener un autoconcepto sano nos permite aventurarnos en nuestro mundo hacia nuevos retos, nuevos objetivos, nuevas metas, y abrir la mente a la creación de nuevas ideas con expectativas realistas.
Se dice que para poder dar amor, primero ha de amarse uno mismo. Muchas veces es complicado puesto que la paradoja se encuentra en que si no se recibe amor, el amor hacia uno mismo se puede atenuar. No obstante, hay que tener en cuenta que en la medida en que nos damos la oportunidad de amar, podremos fomentar esos sentimientos en otras personas.


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miércoles, 15 de octubre de 2014

¿POR QUÉ MENTIMOS?

Seguro que alguna vez habéis contado una mentira. ¿Recordáis a quien fue y en qué situación?Dejando a un lado la situación de las personas mentirosas compulsivas, la mentira es algo muy común en nuestra vida cotidiana. No obstante, es el engaño o la ocultación de una verdad. Mentir es no expresar lo que uno piensa y siente de verdad, pero se hace con un fin. Atender al motivo por el que se miente puede decir mucho de uno mismo.


Aquí os planteo 5 motivos por los que se suele mentir:

-Miedo a que se descubra la verdad. tener miedo a que la verdad sea descubierta por otra persona, es una forma de evitar un posible conflicto o que el otro sufra algún daño físico o psíquico. Se hace con el fin de proteger tanto a la otra persona como a uno mismo.

-Vergüenza o desconfianza. En estos casos se miente para ocultar un aspecto de nosotros o de la situación en que estamos viviendo puesto que nos avergüenza, ya sea porque uno mismo no se siente identificado con dicha situación o estado, o simplemente por el qué dirán. Cuando existe desconfianza entre personas es frecuente mentir por el simple hecho de que el otro no sepa aspectos íntimos y personales de uno mismo.

-Lucha de poder. Algunas personas suelen mentir para destacar su vida hacia el otro exponiéndose como una persona privilegiada o desgraciada, suelen empezar la mentira después de que otra persona le haya contado un suceso personal, como una forma de resaltar o atender a su vida llamando la atención. Suelen ser personas que aparentemente suelen parecer muy seguras de sí mismas pero detrás de esa coraza suelen esconder la inseguridad.


-Conseguir algo. La manipulación, y mentir supone una forma de engañar al otro para conseguir algo que se ha propuesto. Suelen ser personas a las que de una forma u otra sienten la necesidad de controlar aquello que les rodea, como una forma de prevenir algo malo o conseguir algo a su favor. Cuando este tipo de personas no tienen lo que esperaban y se le rompen las expectativas, pueden sentir que se le viene el mundo encima.

-Librarse de una situación: las personas que mienten para salir de una situación que no les agrada o de la que no quieren participar, suelen ser personas que les cuesta decir no. Y por absurdo que pueda parecer, decir no es algo a tener en cuenta, ya que supone atender a lo que uno mismo quiere.


Cada persona es un mundo, y por diversas razones a veces las personas nos vemos en una situación comprometida y se miente, y no por ello es malo o bueno. Pero es importante atender en qué situaciones se miente, ya que uno mismo puede conocerse mejor viendo cómo actúa hacia los demás.



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