En la
actualidad, se está fomentando mucho más la utilización del pensamiento
positivo. El pensamiento positivo tiene la peculiaridad de espantar a los
pensamientos destructivos (ver artículo "LOS 4 PENSAMIENTOS MÁS DESTRUCTIVOS"),
los malos hábitos y de mejorar las relaciones sociales, de tener una mejor
actitud frente a las situaciones y con ello una mejor conducta.
Pero, ¿cómo es
pensar en positivo? ¿Es lo que dicen los hippies “paz y amor”? ¿Cómo
hay que pensar de forma positiva? ¿Realmente la positividad nos vale para
todo? En este post me gustaría hablaros de ello.
En primer
lugar, vamos a por los mitos y realidades:
Mito: Ser positivo
es ver el vaso medio lleno.
Realidad: Es ver un vaso donde llenar.
Mito: Ser positivo es
ver sólo el lado bueno de las cosas.
Realidad: Es ver oportunidades donde otros sólo ven
fracasos.
Mito: Ser positivo es
no tener conflictos ni problemas.
Realidad: Es saber gestionarlos de forma efectiva
viendo las diversas posibilidades.
Mito: Ser positivo
es olvidarse de los acontecimientos negativos.
Realidad: Es saber aceptar, perdonar y superar.
Existen muchas personas que sus pensamientos
positivos o alternativos no les sirven, y es que no es un simple “don’t worry
be happy”, es otra forma de interpretar las cosas (ver artículo "¿CAMBIAMOS ELCHIP? La reestructuración cognitiva").
Asimismo, antes de pensar positivamente
hay que tener varias cosas en cuenta:
Lucha
interna: Intentar pensar de forma positiva cuando tenemos la mente llena de
pájaros revoloteando es imposible. Pensar de forma positiva no es una solución,
es un proceso y un resultado, después de trabajar con uno mismo y con aquello
que te hace sentir mal. No podemos pretender encubrir o tapar lo malo que nos
sucede, sino ver cómo podemos solucionarlo.
Que no te
tomen el pelo: ser positivo no es ser ignorante, pensar de forma positiva
no significa que todo vaya a ser con buenas intenciones o que todo tenga que
ser maravilloso y que todo el mundo quiere para nosotros lo mejor, recuerda que
hay personas tóxicas (ver artículo "PERSONAS TÓXICAS").
Mente
realista: que se piense de forma positiva no significa que vaya a suceder
así, tener una actitud positiva nos predispone a actuar de cierta forma y por tanto que haya más probabilidad de que se nos presenten ciertas situaciones (ver artículo "¿SOMOS ADIVINOS? La profecía autocumplida"). Por tanto, importante tener en cuenta todo lo que podría suceder,
no es saludable pensar de forma extremista.
Aceptar el
no para empezar el sí: ser positivo no implica que todo vaya a ser un “sí”
en la vida. Hay que aceptar que la respuesta también puede ser un “no” puesto
que sino las decepciones pueden pasarnos factura. Cuando aceptemos la
existencia del “no” entonces podremos aceptar que el sí.
Recuerda, que el positivismo no
ha de encerrarse dentro de la cabeza en forma de pensamiento positivo, sino que
ha de convertirse en una actitud y conducta positiva. No es un “haz el amor y
no la guerra”, es otra forma de ver las cosas que fomenta nuestro bienestar
emocional.
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