martes, 1 de noviembre de 2016

COMPLEJOS DE AUTOESTIMA: Gigantes, enanos y fantasmas

A estas alturas quizás estás cansado de leer post sobre autoestima, porque la verdad los hay para parar un carro. La verdad es que solo con poner “autoestima” en Google te puede aparecer una buena definición de ello. 

Ya vimos en el artículo “10 BENEFICIOS DE QUERERSE A UNO MISMO” la cantidad de aspectos que nos aporta el apreciarnos y valorarnos a nosotros mismos, y además vimos en “10 PASOS PARA QUERERTE MÁS” cómo cambiando pequeños aspectos de tu vida y tomando ciertas decisiones puedes emprender el camino al amor propio.

Es por ello que no me voy a detener a explicar el concepto de “autoestima”, aunque aún existan personas que crean que quererse a uno mismo es sinónimo de soberbia o egocentrismo, por ello es importante saber diferenciar una alta autoestima de una sana autoestima.


Hoy os traigo algunos de los complejos de autoestima más frecuentes que nos podemos encontrar: ¿En alguna ocasión te has sentido identificado/a con alguno?
  • El gigante de papel: es aquella persona que siente que está por encima de los demás y que además cree que es su obligación estarlo para que no se le suban a la chepa. Se siente un gigante, capaz de convencer a cualquiera con su don de gentes. A ojos de los demás, es el rey del mambo, parece tan duro como una barra de hierro, pero en realidad es tan frágil como el papel, ya que detrás de esa coraza tiene miedo a sufrir y no acepta que las cosas realmente le afectan más de lo que piensa.
  • El enano de piedra: persona que siente que todo lo que hace nunca es suficiente, a primera vista parece tan frágil como el papel de seda, pero realmente tiene mucho por dar y es tan duro como la piedra. Ha vivido tantas duras experiencias que se siente insignificante, un enano que continuamente se compara con los gigantes, adorándolos como dioses a los que admirar o incluso complacer.
  • El fantasma sin invisibilidad: es aquella persona que pasa desapercibida en cualquier situación, su comunicación no verbal (gestos, forma de hablar, ropa, postura, etc.) da a entender: “no me tengas en cuenta”. Sin embargo, le gustaría que se fijaran mucho más en él/ella. Suena contradictorio, ¿verdad? El fantasma no da los previos pasos por miedo a lo que puedan pensar de él, se siente como si no existiera, que su información no cuenta, pero lo que no sabe es que es él mismo quien contribuye a alejarse y se cohíbe a participar de los echos.
Nosotros no nos sentimos enanos, gigantes o fantasmas porque sí. La sociedad está continuamente inclinándonos a través de la publicidad hacia estereotipos de personas “ideales”: personas fuertes y decididas a las que, a pesar de las calamidades siguen adelante como si nada, y esto provoca que nos comparamos mucho más con los demás: “mira que cuerpo que tiene esa”, “mira qué bien que habla ese”, “que facilidad que tiene para hacer amigos”, “qué envidia, si es que todo parece que le sale bien”, “no sé cómo lo hace pero tiene a todos a sus pies”, “tiene trabajo y yo no”, “tiene amigos y yo no”, “tiene pareja y yo no”… Pero hay que tener criterio propio y pensar que auto-criticándose uno mismo lo único que se consigue es tirarse piedras y echar por tierra todas sus virtudes.

¿Y si todo el tiempo que dedicamos a compararnos con otras personas lo dedicásemos a mejorar la forma en la que actuamos, pensamos e interpretamos las cosas?

¿Y si buscásemos oportunidades en lugar de fracasos?

Cuéntamelo en redes sociales: Twitter @psicologaribes y Facebook: "Psicóloga Raquel Ribes", o en Google +. También es bienvenida tu opinión abajo en comentarios :)

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Copyright © 2014 Los engranajes de la Psicología

Distributed By Blogger Templates | Designed By Darmowe dodatki na blogi