He reunido en este post lo que los niños no son capaces de
materializar con palabras, bien porque son demasiado pequeños para expresarse o
bien porque no tienen los recursos comunicativos para ello. Son aspectos que
cualquier persona a cargo de niños y adolescentes ha de tener en cuenta. En
especial los padres y madres, ya que son los pilares fundamentales de la
infancia de cualquier infante o adolescente.
“Mamá, Papá…
Quiero que me entendáis, porque a veces, ni yo mismo me
entiendo. El mundo es un ir y venir de cosas nuevas para mí. Hazme saber que tú
fuiste niño o niña alguna vez, que te encontraste en situaciones parecidas a
las mías, y cómo, con el tiempo, les hiciste frente.
Explícame las responsabilidades pero de forma fácil de
entender. El “porque sí” o “porque no” o “porque lo digo yo” ¿A ti te serviría si alguien te lo dice?
Necesito entender el mundo, ayúdame. No hace falta media hora de explicación,
quiero frases breves y simples.
No me pongas más edad de la que tengo, ni tampoco menos edad. Tengo
la edad que tengo y no puedo hacerme cargo de ciertas responsabilidades aún,
todo a su tiempo.
Tus agobios no son míos, ya llegará el día en que yo tenga
que pensar en todas esas situaciones frustrantes y angustiosas. Ahora solo
necesito llenar mi mente de imaginación, ilusiones y sueños. Déjame disfrutar
de estos años de inocencia.
Ponme límites, porque si por mi fuera lo querría todo. No
seas permisivo/a conmigo, si me lo consientes todo cuando sea más mayor no toleraré
el “NO” y me frustraré sin motivo. Tengo que aprender a valorar las cosas, a
que todo esfuerzo bien hecho tiene su recompensa.
Mi noción del paso del tiempo no es la misma que la tuya, ni
pretendas que lo sea, ya que el esfuerzo será en vano, tú vives mucho en el
mañana, mi visión del futuro no va más allá del momento que estoy viviendo
ahora.
No me digas que “si estudio cuando sea mayor podré ser lo
que quiera”, no servirá de mucho, ya que bien sabes que igual cuando sea mayor
prefiero dedicarme a otra cosa bien distinta a lo que digo ahora. Aún tengo un
largo camino que recorrer en mi autoconocimiento, no me conozco suficiente como
para decidir mi futuro. Motívame y dime la importancia que tiene para mi pasar
de curso e ir dando pequeños pasos para aprovecharlo en mi presente. Recuérdame
la importancia que tiene aprender para saber más cosas sobre el mundo que me
rodea.
No soy igual que nadie, no me compares con mis hermanos/as,
con mis amigos/as, compañeros/as o incluso con hijos/as de conocidos/as. No
hemos vivido lo mismo, no tenemos los mismos valores, ni nos hemos criado con
la misma familia. Nuestra personalidad es diferente y no pretendas que actúe
igual.
Cuidado con ponerme etiquetas. No soy torpe, ni vag@, ni tont@,
ni bob@… He actuado alguna vez con torpeza, quizás en ocasiones no tenga ganas
de hacer mis responsabilidades, puedo actuar con cierto desentendimiento, y
puedo parecer despistado o incluso que me evado y cometo errores, pero eso
forma parte de cualquier experiencia humana. Sé que lo dices sin querer, pero al final
me lo creeré, porque todo lo que tú digas de mi me importa demasiado.
No me quites todas las piedras de mi camino, porque el día
que me encuentre rodeado de ellas no sabré que hacer y siempre dependeré de ti
o de alguien que como tú me las quite el resto de mi vida. Sé que quieres que
me vaya todo bien, no quieres que sufra y quizás tener lo que tú de pequeñ@ no
tuviste, pero eso no me ayuda en mi crecimiento personal. Necesito caerme y
volver a levantarme, necesito sentir lo que es errar para no tomármelo como un
fracaso sino como un aprendizaje.
Quiero que seas mi mejor ejemplo a seguir. No tengo a nadie
más de referencia, porque yo convivo contigo y eres mi pilar fundamental. Lo
que tú haces yo lo veo, lo tomo de muestra y lo copio. Tus palabras, tus
gestos, tu manera de desenvolverte en el mundo, es lo que yo al final tomaré
como natural y parte de mi entorno.
Sé que quieres que sea el/la mejor de todos, que triunfe, que
pueda hacer de todo, pero a todos no se nos dan bien las mismas cosas.
Poténciame aquello que ves que se me da bien, ya que si me propones quizás no
esté preparado/a para decir que “no” y me dejo guiar por las proposiciones que
tú crees conveniente. ¿A ti te gusta todo? No, ¿verdad? A mí tampoco, por favor ayúdame a
encontrar la motivación en lo que hago.
Aún soy pequeño/a y moldeable, aprovecha para enseñarme el
valor de las cosas, a ver el lado positivo de lo que nos rodea. Enséñame nuevas
alternativas de comportamiento, de actitudes y respuestas ante situaciones
cuotidianas que nos suceden. Algún día seré mayor, algún día seré como tú, pero
recuerda, no seré igual, o eso espero, porque tendré que adaptarme a nuevos
medios.
Interésate por lo que me gusta, por lo que me divierte y lo
que me motiva, al final es lo que me hace estar alegre y te ayuda a conocerme. Ayúdame
en aquellas cosas que no entiendo, necesito saber que tengo a alguien a quien
preguntar. Tú también no entenderás cosas y cometerás errores, se el mejor
ejemplo que me das y enséñame a pedir “perdón” y rectificar.
No intentes comprar mi cariño con cosas materiales, lo único
que tiene valor en mi vida es pasar más tiempo contigo. Sé que trabajas, que
estás cansado/a, pero busca un hueco para estar conmigo, porque relacionarme
con mi familia y con otra gente es lo que realmente me enriquece. Lo material es
pasajero pero los momentos que podemos vivir juntos los puedo recordar toda la
vida.
Háblame de ti, dame confianza para contarte cómo me siento o
lo que me sucede. No sé con quien hablar, mis amigos/as tienen mi edad y no me
pueden ayudar con problemas emocionales, así que solo puedo recurrir a ti. Si
no estás abiert@ o no sabes cómo, dame la opción de recurrir a alguien, porque lo
que me sucede ahora, mis miedos y problemas pueden afectar considerablemente en
mi desarrollo psicológico.”
A veces se olvida que todos hemos sido más jóvenes y nuevos
en este mundo lleno de sensaciones externas e internas que tenemos que saber
interpretar. Y se olvida que estas cosas no se aprenden en la escuela…
No hay comentarios :
Publicar un comentario