"Nada dura para siempre, ni siquiera tus problemas" (Arnold H. Glasow)
¿Qué es la mediación familiar?
¿En qué consiste? ¿En qué situaciones se puede aplicar?
Escuchamos “mediación familiar”,
y es posible que nos venga a la cabeza una persona intentando mediar entre dos familiares
que tienen un conflicto, quizás incluso lleguemos a imaginarnos que esas
personas no se ven en ningún momento y la persona mediadora es como un
mensajero por el cual hace de puente entre una y otra para para ver quien gana la batalla. Sin embargo, la realidad
es bastante distinta.
La Mediación familiar consiste en
un proceso por el cual el mediador aporta a ambas partes la capacidad de
negociar, es decir, el objetivo es llegar a un acuerdo en donde ambas partes estén
beneficiadas. Ambas partes son las que deciden cómo abordar el problema, sin
dejar en manos del mediador la capacidad de voto, opinión o decisión ante la
situación.
Quizás en algunos países la
mediación familiar es un proceso muy habitual, pero en otros, es aún poco
conocido o pedido con poca frecuencia por las familias, aunque cada vez va
tomando más fuerza.
¿Cuáles son los papeles del mediador?
- No juzga: tiene una actitud flexible ante la situación, las emociones, sentimientos y necesidades de las personas.
- No da consejos: se centra en intentar que ambas partes interactúen de forma sana sin prejuicios, de forma objetiva y facilita la resolución del conflicto.
- Ayuda a abarcar e identificar: el mediador ayuda a tratar todos los temas necesarios para la solución del problema y aquellos aspectos que han de cubrirse ante determinadas situaciones.
- Acompaña: crea un clima apropiado para la negociación familiar, así como el mejor camino para abordar todos los temas, ayuda a tomar las decisiones sin involucrarse en ello y resuelve dudas de los implicados.
¿En qué situaciones se acude a
una mediación familiar?
Cualquier situación por la que puede
existir una vía judicial: una custodia, un régimen de visitas, conflictos de familia,
problemas de herencia, etc. Los mediadores junto con abogados son capaces de
abordar mejor la situación, sin necesidad de un juicio, de forma que se llegue
a un acuerdo mutuo entre las partes.
¿Qué tipo de partes suelen acudir
a una mediación?
Aunque la mediación es más común
en situaciones de separación y/o divorcio, puesto que la pareja se encuentra en
una situación muy delicada, sobretodo si tienen hijos, también se realiza en
situaciones de conflictos intra-familiares: entre padres e
hijos, entre hermanos, conflictos con relaciones anteriores a las cuales les
une un hijo, problemas de herencia, incapacidad de llegar a acuerdos, etc.
De manera "informal" podríamos decir que el mediador es como un bálsamo para las personas
implicadas, una buena forma de abarcar una situación en crisis teniendo todos
los aspectos en cuenta sin entrar en discusiones violentas. De echo, el
mediador no quita en ningún momento a las personas la necesidad de discutir,
sino que les da la oportunidad y el momento para que lo hagan de forma
constructiva.
Asimismo, la mediación no supone
una lucha entre adversarios en dónde sólo puede ganar uno, sino que uno de los
grandes objetivos de esta metodología es que ambas partes lleguen a un acuerdo sin
que uno salga mejor beneficiado que el otro.
¡Gracias por leer Los engranajes de la Psicología! ¿Te ha parecido interesante la mediación? Puedes seguirme en Twitter: @psicologaribes, Facebook: "Psicóloga Raquel Ribes", o en Google + y recibirás todas las actualizaciones. Para cualquier duda estoy on-line y de forma física en la red de psicólogos en Gandia (Valencia, España). ¡Feliz día! :)
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